SOBRE LA PASTORAL SOCIAL

Pastoral Social Caritas – PSC -, es una entidad de la Arquidiócesis de los Altos, que comenzó su función social y humanitaria desde 1976 hace ya 46 años.  Su campo de acción son las comunidades y población vulnerada que radica en los departamentos de Quetzaltenango y Totonicapán.

HISTORIA DE LA PASTORAL SOCIAL

AQUIDIÓCESIS DE LOS ALTOS

Cáritas surge como respuesta al terremoto de febrero de 1976, atendiendo acciones inclusive en los departamentos de San Marcos, Huehuetenango, el Quiché y Totonicapán.  En los siguientes años en respuesta a las problemáticas sociales surgieron, Pastoral de la Mujer (1980), Pastoral de la Tierra (1990), Pastoral de Salud (1992), Pastoral de Justicia y Solidaridad (1996), Pastoral de Salud Mental (2000), Pastoral de Movilidad humana (2002), todas con su trabajo independiente y muchas veces se duplicaban esfuerzos.

Desde su surgimiento hasta el año 2008, Pastoral Social de la Arquidiócesis de los Altos, para el desarrollo de su tarea principal de promoción y dignificación de la persona, la familia y la comunidad se integró en subcomisiones pastorales, las cuales desarrollaron sus acciones según su especialidad, en los temas de tierra, salud, mujer, caridad, movilidad humana, etc.   Todas y cada una de ellas trabajaron, bajo la estructura de la Arquidiócesis de los Altos.

A partir del 2009, con la integración de todas las subcomisiones dentro de la Pastoral Social y con los procesos de reestructuración organizativa y con la entrada en vigencia de la reforma tributaria en Guatemala a partir del 2013, la situación legal y fiscal de Pastoral Social debía definirse.  A partir del año 2014 se define el nombre de Pastoral Social – Caritas para incluir todos los programas y la esencia de cada subcomisión que para evitar duplicar trabajo y optimizar recursos se pasó a estructurar bajo la metodología de programas con su figura de coordinar por programa.

Por instrucciones de Monseñor Mario Alberto Molina, Arzobispo de los Altos, fue inscrita ante la SAT el 21 de agosto del 2014, como una entidad de la Iglesia Católica – Arquidiócesis de los Altos.

A partir del 2015 se realiza un proceso de restructuración interna, quedando instituida la figura de Asesor Pastoral, nombrado por el Arzobispo de la Arquidiócesis de los Altos para acompañar el proceso de formación eclesial del personal de la PSC.

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NUESTRA VISIÓN

“Ser la acción social, orgánica, estructurada e integral, de la Arquidiócesis de los Altos, que promueve el desarrollo humano integral, para alcanzar una sociedad más justa e incluyente”

NUESTRA MISIÓN

“Somos una acción social de la Iglesia Católica de la Arquidiócesis de los Altos que, fundamentados en su doctrina social, contribuimos a la dignificación de la persona humana.”

NUESTRA PROYECCIÓN

El Arzobispo de los Altos, considera que es conveniente y oportuno el ejercicio de la caridad y de la solidaridad en nombre de la arquidiócesis a favor de los más pobres y necesitados para promover su desarrollo integral.

ÁREA DE INTERVENCIÓN

QUETZALTENANGO – TOTONICAPÁN

El campo de acción de la PSC, son los departamentos de Quetzaltenango y Totonicapán que tienen, diferentes realidades, culturales, sociales, problemáticas socioeconómicas, climas, salud, educación, riesgos a desastres, migración, actividades económicas.

 LA PASTORAL SOCIAL CARITAS DE LA

AQUIDIÓSES DE LOS ALTOS

Visión y proyección del Arzobispo sobre la Pastoral Social. 

Desde el Arzobispo de la Arquidiócesis de los Altos, se ha reconocido y se cuenta con el aval para desarrollar el trabajo de Pastoral Social, tal y como lo ha expresado en la constitución de esta instancia pastoral.  “…El Arzobispo de los Altos, considerando que es conveniente y oportuno de que el ejercicio de la caridad y de la solidaridad en nombre de la arquidiócesis a favor de los más pobres y necesitados para promover su desarrollo integral se realice mediante un organismo Arquidiocesano especialmente dedicado a ese fin, instituye y establece la Pastoral Social de la Arquidiócesis de los Altos, en una entidad sin fines de lucro, que ejercerá en nombre de la Iglesia católica-Arquidiócesis de los Altos, Quetzaltenango-Totonicapán y de manera institucionalizada aquellas actividades conducentes a promover el desarrollo integral de los más pobres y necesitados.  

De igual forma, algunos documentos de la iglesia indican lo siguiente “…La Pastoral Social en su sentido primigenio es todo el esfuerzo que la iglesia y la población cristiana hace individual y colectivamente para incidir, desde las convicciones de la fe, en la vida de la sociedad en los ámbitos comerciales, financieros, educativos, culturales, sociales, políticos y económicos…”  “…La Pastoral Social es vigente porque tiene una voz en la tarea de la iglesia, es necesaria para el ejercicio de la caridad, la justicia y la iglesia y su presencia es fundamental en la búsqueda de caminos para que la población sea gestora de su propio cambio…” 

Asimismo, como parte de los procesos de acompañamiento desde el año 2013, se ha trabajado con el apoyo del Arzobispo un proceso de formación doctrinal, cuyo propósito sea generar un equipo de trabajo consiente y consecuente con la misión de la iglesia y bajo los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.  

Además de estos procesos de formación, se ha realizado eventos con la participación del Arzobispo para socializar los resultados, dificultades y avances en cada uno de los proyectos que se ejecutan. En estos procesos se ha contado y se han tomado en cuenta las observaciones del Arzobispo, factor por el cual también se desarrolla la propuesta de reestructuración interna de Pastoral Social. 

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 ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL DE LA PASTORAL SOCIAL CARITAS

A continuación, se presenta el organigrama que refleja la articulación de todos los actores internos que hacen posible el funcionamiento de PSC.

PRINCIPIOS FILOSÓFICOS INSTITUCIONALES

DIGNIDAD HUMANA

La persona humana tiene dignidad y valores inherentes, solo por su condición básica de ser humano. El valor de la persona humana difiere del que poseen los objetos que usamos. Las cosas tienen un valor de intercambio, son reemplazables. A diferencia, la persona humana tiene valor ilimitado, ya que son dotados de identidad y capaces de elegir, lo que la hace única e irreemplazable.

El quehacer de PSC, planteada en sus programas y líneas de acción, basadas en que la Dignidad Humana, es columna fundamental de la DSI, ya que la persona humana existe como ser único e irrepetible, existe como un «yo», capaz de autoanalizarse y autoproyectarse. La persona humana es un ser inteligente y consciente, capaz de reflexionar sobre sí mismo y, por tanto, de tener conciencia de sí y de sus propios actos.

PSC, en las comunidades que atiende, dentro del ámbito de la Arquidiócesis de los Altos, identifica que la base de los actos de la inteligencia, la conciencia y la libertad, definen a la persona humana. Estos actos pueden faltar, sin que por ello la persona humana deje de ser persona. La persona humana debe ser comprendida siempre en su irrepetible e  insuprimible singularidad. En efecto, la persona humana existe ante todo como subjetividad, como centro de conciencia y de libertad.

Una sociedad justa e incluyente puede ser realizada solamente en el respeto de la dignidad trascendente de la persona humana.

BIEN COMÚN

Este principio del bien común, deriva de la dignidad, unidad e igualdad de todas las personas humanas. El Bien Común es el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros, el logro más pleno y más fácil de la propia perfección.

 No consiste en la simple suma de los bienes particulares de cada sujeto del cuerpo social. Siendo de todos y de cada uno es y permanece común, porque es indivisible y porque sólo juntos es posible alcanzarlo, acrecentarlo y custodiarlo, también en vistas del futuro.  Afecta a la vida de todos. 

El Bien Común, “consiste y tiende a concretarse en el conjunto de aquellas condiciones sociales que consienten y favorecen en los seres humanos el desarrollo integral de su propia persona. Toda sociedad, por consiguiente, debe estar organizada de tal manera que los ciudadanos encuentren en ella los bienes necesarios para realizar su destino personal”. “Conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección”

Es el sentir de PSC guiar su actuar en nombre del Bien Común, respetar los derechos fundamentales e inalienables de la persona humana. Dentro de las comunidades que conforman la Arquidiócesis de los Altos, se busca que cada uno de sus miembros se realice en su vocación; en el ejercicio de las libertades naturales que son indispensables para el desarrollo de la vocación humana: “derecho a actuar de acuerdo con la recta norma de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad, también en materia religiosa” (GS 26, 2)” (CIC, n. 1907);

dESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES

El Destino Universal de los bienes es uno de los principios básicos de la DSI. Para ésta, «los bienes, aun cuando son poseídos legítimamente, conservan siempre un destino universal. Toda forma de acumulación indebida es inmoral, porque se halla en abierta contradicción con el destino universal que Dios creador asignó a todos los bienes». (Comp. DSI, 328)

Desde sus inicios PSC ha desarrollado trabajo donde se fortalece el derecho de las personas a gozar de esa garantía constitucional, desde la misma cosmovisión de los pueblos mam y quiché que se encuentran en el ámbito de acción de la Arquidiócesis de los Altos.  El derecho a la propiedad privada, dentro de las normas jurídicas a ella relativas, es un instrumento para el respeto del principio del destino universal de los bienes, siendo un medio y no un fin. La enseñanza social de la Iglesia exhorta a reconocer la función social de cualquier forma de posesión privada.

PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD

Este principio dentro de los documentos generados por la Iglesia Católica, resaltan tres elementos que son inherentes al principio de subsidiariedad, a) Prioridad de la persona humana como origen y fin de la sociedad; b) Sociabilidad de la persona, ya que la autorrealización se consigue solo en comunidad; y c) Deber de ayuda (subsidium) de las comunidades a los individuos en su libre asunción de la responsabilidad en su autorrealización.

A la subsidiariedad entendida en sentido positivo, como ayuda económica, institucional,

legislativa, ofrecida a las entidades sociales más pequeñas, corresponde una serie de implicaciones en negativo, que imponen al Estado abstenerse de cuanto restringiría, de hecho, el espacio vital de las células menores y esenciales de la sociedad. Su iniciativa, libertad y responsabilidad, no deben ser suplantadas.

En los diversos programas de PSC se encuentra implícito este principio al buscar restablecer las condiciones de la persona humana que le permitan ejercer su liberación de las condiciones que no le permiten la autorrealización dentro de su comunidad.

PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD

La solidaridad es una virtud moral, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos ». La solidaridad se eleva al rango de virtud social fundamental, ya que se coloca en la dimensión de la justicia, virtud orientada por excelencia al bien común, y en «la entrega por el bien del prójimo, que está dispuesto a «perderse», en sentido evangélico, por el otro en lugar de explotarlo, y a «servirlo» en lugar de oprimirlo para el propio provecho (cf. Mt 10,40-42; 20, 25; Mc 10,42-45; Lc 22,25-27)».

Dentro del accionar de PSC se vive el principio de solidaridad, ya que los proyectos siempre deben buscar la exigencia de reconocer en el conjunto de los vínculos que unen a la persona humana con su comunidad.

 El personal de PSC como agentes de pastoral tiene claridad en las enseñanzas de Jesús de Nazaret, quien hace resplandecer ante los ojos de todas las personas el vínculo directo entre solidaridad y caridad.  El trabajo de PSC es que el accionar de su personal se revista de amor por el prójimo, no solo por ser persona con sus derechos y su igualdad fundamental con todos, sino porque es la imagen viva de Dios Padre, rescatada por la sangre de Jesucristo y a la sombra protectora del Espíritu Santo. 

VALORES INSTITUCIONALES

Fe. Como valor, es el componente diferenciador que hace que la acción social de pastoral social cáritas, sea una consecuencia de nuestra fe. Todos los proyectos deben llevar la acción evangelizadora (anunciar la buena noticia del evangelio). Visualizar que el trabajo de pastoral social no es altruismo humanista, sino que es consecuencia de la fe. Como testimonio de nuestra fe, es dar razón de porque hacer el bien.

Mística pastoral. Ser la luz, la sal de la tierra, que lleve esa esperanza a los vulnerados, haciendo vivencial el ministerio de Jesús de Nazaret sobre la tierra.

Amor al prójimo. Es el llamado a hacer el bien común, ser compasivos con el prójimo y ayudar sin recibir nada a cambio.

Caridad. Es demostrar compasión a todos nuestros hermanos sin compromiso y con voluntad.

Transparencia. Es el compromiso institucional, desde la dirección de PSC para, generar una red de relaciones interpersonales sólidas, basadas en la confianza, el respeto, la solidaridad y la eficiencia, las cuales se traducirán en una sociedad mucho más unida, que se encamine hacia el bienestar común.

Integridad. hacer lo correcto y actuar de manera honesta y coherente.

Responsabilidad. Es el compromiso que a nivel personal e institucional se tiene, con valentía y humildad, para cumplir con lo encomendado.

Credibilidad. Es el grado de confianza y la transparencia con la que se manejan los recursos para llevar a cabo los proyectos.

Calidad de procesos. Es el compromiso con el control de los procesos, con criterios medibles, para brindar lo mejor a nuestra población meta.

Justicia. Promueve el respeto igualitario de los derechos y las obligaciones de cada persona humana, fomentando la integración y la protección frente a la explotación de los más vulnerables.

Equidad. Cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones, generando acciones a través de la formación comunitaria para eliminar barreras sociales, económicas y culturales, que permitan igualdad de condiciones para el desarrollo de la persona humana.

Servicio. Es la acción de la caridad, es la virtud de poner en práctica nuestro amor al prójimo

Líneas Estratégicas institucionales y
N
ivel de intervención

1. INCIDENCIA. En forma general se refiere a posicionamiento institucional, con parroquias, gobiernos locales (Municipalidades, COCODES, Consejos Comunitarios), departamental y nacional. Se busca influenciar y persuadir a nivel comunitario sobre lo que se debe hacer para alcanzar el bien común, incidiendo en esferas departamentales y nacionales. Dentro del programa IJUCI ya se trabajó la estrategia de incidencia de PSC, que busca un ámbito de acción departamental y nacional.

2. SOSTENIBILIDAD. La sostenibilidad, es más que la gestión de recursos, es la capacidad de alcanzar que las intervenciones programáticas generen cambios deseados y que permanezcan en el tiempo, utilizando las metodologías adecuadas para alcanzar la sostenibilidad de la PSC.

3. FORMACIÓN Y DESARROLLO. Con el talento humano que ya cuenta Pastoral Social Caritas se debe desarrollar en ellos competencias, capacidades y destrezas que les permitan generar nuevas metodologías de procesos de formación, para lograr la gestión del conocimiento, trabajo de formación, capacitación y organización parroquial y comunitaria. Se debe generar un clima de estabilidad y condiciones laborales adecuadas.

4. COMUNICACIÓN. Partiendo de sistematizar los resultados de los procesos, medición del impacto de los programas con sus respectivos proyectos, así como de lecciones aprendidas y buenas prácticas, para divulgar y sociabilizar los resultados con todos los actores, elaboración de material divulgativo de cada programa y posicionamiento de la identidad institucional.

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